09 febrero 2007
A malos entendedores...
Resulta que levanto ampollas morales sobre algunos personajes. Debe ser que su desconocimiento del mundo y de mi persona les hace decir sandeces. Me encanta ver como la gente se revuelve en cuanto se ataca a su perfecta moralidad. Usad el tiempo en adoctrinaros a vosotros mismos y no ocupéis renglones que otros quieran utilizar. Abrid un consultorio y ayudad a todas esas indefensas almas que necesitan vuestra ayuda y consejo. Creeros mejores que los demás. Seguid practicando vuestra interpretación de la caridad. Yo, mientras tanto, seguiré cagándome en todos vosotros. No porque haya libertad de expresión. Me río de ella. No porque me valga de este medio para esconderme. El que aquí viene sabe quien soy. La verdad es que siempre he usado este lugar para vomitar todo lo que me reconcome y lo seguiré haciendo. Y si después de gastar vuestro tiempo en leer esto os encontráis con la necesidad de hacer valer vuestros buenos sentimientos, iros a dar un paseo y mirad lo que os rodea. Será mucho más productivo. No quedareis como auténticos niños de papa acomodados en vuestro limbo de imperfecta perfección. Gracias a vosotros soy más yo.
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