O más bien de depresión.
La ciudad vacía como la piel mudada de una serpiente. ¡Aprovechen! Pasen y vean. El gigante rajado. Desde la yugular a la femoral. Un espectáculo único. Sangre y emoción a partes iguales (Pero sin tripas ni corazón)
Tradición sintética para personas justas y de bien.
Es en estos momentos cuando echamos de menos el ruido de los flagelos y el cántico de las saetas.
¡Benditos mártires! ¿Dónde estáis?
Se fueron en tropel por el túnel del Chauchescu madrileño en busca de El Dorado.
1 comentario:
Le devuelvo el saludo, Gorobei-san.
A mí la semana del Ku Klux Klan me encanta, me gusta salir de Madrid, pero sobre todo me gusta quedarme en un rincón oscuro, en posición fetal, asustado... hasta que recuerdo que no soy negro.
Demasiadas temporadas de The Fresh Prince, maybe.
Salute,
Mr. Pinback
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